Desde este espacio creemos y reconocemos que las actuales
autoridades han ejecutado políticas públicas relacionadas con los
medicamentos. Pero también sostenemos que las mismas no fueron, ni son o
serán suficientes.
No podemos negar las medidas destinadas a recuperar el acceso de la
población a los medicamentos, o aquellas que nos permiten a los
farmacéuticos jerarquizar nuestra profesión, o la incipiente presencia
del Estado como regulador de un mercado que no reconoce de valores ni de
equidad.
Sin embargo, los farmacéuticos y la red de oficinas de farmacias del
país, informamos, aseveramos y manifestamos que hoy, el acceso a los
medicamentos por parte de la población, nuevamente está en peligro.
En la actualidad, no es un problema exclusivamente de incrementos
constantes y desmesurados en los precios, o de la cantidad de recursos
que se destinan a salud, no por ello menos importante o urgente: es un
problema de accesibilidad por cierre de farmacias ante la falta de
rentabilidad de las mismas.
El mercado y lo venimos expresando desde hace tiempo, ajusta
automáticamente por el sector más vulnerable y más débil. Nuevas medidas
comerciales han sido implementadas por las droguerías proveedoras,
afectando aún más la subsistencia de los establecimientos farmacéuticos.
Nuestros colegas se enfrentan cotidianamente con problemas como el
encarecimiento del costo del medicamento; la falta de provisión para los
fines de semana y feriados, incrementos en los aportes en los convenios
con la Seguridad Social, demora en los pagos por parte de Obras Sociales
y/o Aseguradores, direccionamiento de ofertas exclusivamente hacia
farmacias con altos volúmenes de facturación, y otras más, que superan
ampliamente hasta la leyes de mercado más crueles e injustas.
Prevemos un futuro donde asistiremos, de no mediar acciones
inmediatas por parte de las nuevas autoridades, al cierre de farmacias,
tanto en los pueblos más pequeños y en los barrios más humildes, donde
se convive diariamente con la violencia en sus diversas manifestaciones;
como en las grandes ciudades.
Es en los grandes conglomerados donde el proceso no será solamente de
cierre sino de concentración de la propiedad en grandes cadenas, cuyos
inversores privilegian el lucro a las necesidades sanitarias de un país.
Ya no alcanza con enarbolar la defensa de la venta exclusiva de
medicamentos dentro de la farmacia, ni sobre la presencia del
profesional farmacéutico detrás del mostrador; ya no se trata de
quedarnos en planteos dicotómicos, nuestros tiempos son otros.
Impulsamos desde FEFARA una mesa de diálogo en donde todos y cada uno
de los sectores se encuentren representados. Un espacio donde sin
intereses mezquinos, pensando en nuestro país, en la cohesión de nuestro
pueblo, indispensable para nuestro desarrollo, se debata sobre los
medicamentos y sobre la rentabilidad de la cadena de distribución y
dispensación en la Argentina.
Nos asiste el derecho. El derecho de aquellos que no se quedan con la
retórica. Hemos desarrollado y puesto a disposición de todos los
actores, herramientas informáticas que permiten transparentar el mercado
de los medicamentos. Es en definitiva desde esta posición desde donde
nos expresamos.
Transparentar el mercado del medicamento implica:
• Para la población acceder a medicamentos seguros, eficaces y de
calidad garantizada.
• Para las autoridades sanitarias y organismos de control; además
de lo mencionado en el párrafo anterior, contar con información
sanitaria (epidemiológica, de carga de morbilidad, de variabilidad de la
gestión clínica, etc) y económica (relativa al consumo, a los precios y
con fines recaudatorios); para la adopción de nuevas políticas,
rectificar o ratificar las ya vigentes.
• Para la industria farmacéutica, las droguerías proveedoras, y
demás intermediarios, además de las netamente comerciales, posibilita
conocer la trayectoria del medicamento desde la salida del laboratorio,
su depósito, distribución a las oficinas de farmacias y posterior
dispensación; bajo normas que acrediten la calidad del proceso de
comercialización.
• Para las Obras Sociales; Empresas de Medicina Prepaga,
Aseguradores, y demás actores, se agrega a lo expresado como beneficio
para la población, los de carácter administrativos, relativos al control
de: afiliación; padrón de prestadores, razonabilidad del gasto en
medicamentos, esquemas de seguimiento farmacológico; cumplimiento de
normas legales y las emanadas de las autoridades regulatorias; por
mencionar algunos.
Lo enunciado no constituye una enumeración de todos los beneficios
inherentes a la aplicación de sistemas informáticos para la gestión de
los medicamentos. Sí pretende transmitir cual ha sido y es la actitud
asumida desde FEFARA, y cuáles sus valores éticos
institucionales.
Como consecuencia, un gobierno que piense en defender los intereses de
la población en relación a los medicamentos, lo conoceremos por sus
políticas públicas, es decir por si éstas, tienden a transparentar o no
este mercado.
DESDE FEFARA CONTINUAREMOS CON LAS MISMAS UTOPÍAS, SEGUIREMOS ADELANTE,
YA QUE SEGURAMENTE CONOCEREMOS FUNCIONARIOS QUE TRABAJARÁN POR Y PARA LA
GENTE, Y TAMBIÉN EMPRESARIOS QUE SEGUIRÁN TRABAJANDO POR MEJORAR SUS
BALANCES SIN DESCUIDAR SU RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIA. ELLOS SON
NUESTROS ALIADOS. . POR ESO DESDE FEFARA, RECONOCEMOS QUE SE HIZO, PERO
SEGUIMOS APOSTANDO A CONTINUAR Y PROFUNDIZAR ELCAMBIO.
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