:: REVISTA MEDICOS | Medicina Global | La Revista de Salud y Calidad de Vida
 
Sumario
Institucional
Números Anteriores
Congresos
Actualidad
Grageas
Opinión
Farma
Newsletters
Suscríbase a la Revista
Contáctenos

 

 

 

 

 

 

 
:: Infórmese con REVISTA MEDICOS - Suscríbase llamando a los teléfonos (5411) 4362-2024 /  (5411) 4300-6119 ::
 

OPINION  

 
   

EL ERROR Y EL PERDÓN EN MEDICINA

 Por Fernando G. Mariona-Abogado (*)
 

La mala práctica médica se podría definir como la existencia de una conducta negligente, inexperta o imprudente del profesional médico o una falla de la organización empresaria dedicada a cuidar de la salud de las personas, que podría causar en forma directa una lesión o la muerte de un paciente. Este sentimiento casi popular no tiene en cuenta la existencia del riesgo de complicaciones propias de muchos de los procedimientos clínicos o quirúrgicos ejecutados diariamente, y los consecuentes resultados adversos producidos sin culpa del médico o la organización, mal llamados mala práctica médica. Nuevas técnicas están siendo introducidas para mejorar la comunicación y la prevención de estas cuestiones.
Una es el análisis primario y la discusión de las causas de posibles errores médicos seguidos por un resultado adverso, para evitar que vuelvan a ocurrir. Es decir la gestión del riesgo para evitar la producción de daños que son evitables.
Por otro lado y a iniciativa de la Organización Mundial de la Salud se anunció la puesta en marcha de la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente y con ello una serie de medidas clave para reducir el número de enfermedades, traumatismos y defunciones que sufren los pacientes al recibir atención sanitaria. La OMS y sus asociados incluso en América Latina, se han unido para promover el objetivo de seguridad del paciente que se resume en el lema «Ante todo, no hacer daño» y para reducir las consecuencias sanitarias y sociales indeseables que puede tener la atención de la salud. Aparentemente la población mundial entiende que el estándar en la práctica médica es la perfección y en consecuencia no se aceptan los errores médicos.
Se comenta que los errores médicos seguirán porque los operadores del sistema son seres humanos, y los médicos entienden que es mas fácil, rápido y menos costoso, que los pacientes comprendamos que el error existe, antes que los errores se corrijan o al menos se trate de evitar que vuelvan a ocurrir.
Otra técnica con la que hoy en día también se esta trabajando es, para enseñarles a los médicos a pedir perdón. Las estadísticas indican que cuando a los pacientes se nos trata con sinceridad, respeto y compasión, aceptaremos las disculpas y elegiremos no iniciar acciones legales. Por otro lado aceptaremos una compensación económica justa que cubra los costos adicionales que se necesitarán por causa de la complicación sufrida, y preferiremos no embarcarnos en esos largos y penosos procesos judiciales – cuando son legítimos – para dar por terminado mas rápidamente nuestro problema. A no dudar entonces que el hecho de que seamos comprensivos con la existencia del error y que aceptemos las disculpas, nos hará renunciar a la pretensión compensatoria. Los pacientes también somos seres humanos.
El problema es que el médico no está siempre capacitado para saber pedir perdón en el momento adecuado. Y por otro lado los abogados hemos creado la cultura de “negar y defenderse”, ya que el perdón podría ser mal interpretado y considerarse al médico confeso al menos de la comisión de un delito criminal culposo. En cualquier otra actividad se considera no solo correcto, sino también una parte importante del profesionalismo y del buen servicio al cliente, el ofrecer una disculpa y una compensación adecuada ante un caso de insatisfacción del cliente. Qué viajero aéreo frecuente no habrá reclamado por un up grade cuando le han extraviado su valija o le han sobre vendido su vuelo?
Si usted es médico, considere cuándo fue la última vez que le dijo, “lo siento” a un paciente? Cuándo fue la última vez que escuchó a un médico pedir disculpas a un paciente? Y a una enfermera? Y a un residente? Pedir perdón se trata de sanar la relación y mantener la confianza, base del contrato médico. Los hechos – la experiencia – me han demostrado que los pacientes tenemos menos tendencia a iniciar una demanda cuando el médico ha sido sincero y ha expresado su pena ante los errores o los resultados adversos o inesperados. Los pacientes y nuestras familias seremos increíblemente generosos en nuestra forma de responder ante una disculpa sincera. Incluso en ocasiones, como he visto, encontraremos nosotros mismos la gracia necesaria para consolar a un médico apenado. En cambio, aquellos pacientes o parientes a quienes no se nos dio esta posibilidad, creeremos que la venganza nos traerá paz, eligiendo el camino del juicio . Solo falta que el médico aprenda a reconocer cuando es necesario disculparse, y no refugiarse en el alcázar de su soberbia. Es la mejor forma de ser odiado. La falibilidad del médico y de la medicina así como los límites de exigencia, deben ser informados por el profesional. Para ello deberá tomarse su tiempo. Esto es lo que le permitirá recuperar la confianza del paciente, situación en la que él mismo seguramente alguna vez habrá de sufrir.
 


El autor es abogado y Vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Gestión de Riesgos en Instituciones de Salud (ALGRIS)
 

 

  Copyright 2000-2016 - Todos los derechos reservados, Revista Médicos