El multiempleo (ME), pluriempleo o práctica dual son términos
afines utilizados para describir a los profesionales que
combinan la práctica asistencial en una institución con otros
empleos dentro y fuera del sector salud (asistencial o no), ya
sea en el ámbito público, privado o de la seguridad social.
El tema ha sido abordado por teorías económicas que interpretan
que las personas optan por el ME para incrementar el ingreso y
reducir la incertidumbre que resulta de la complementariedad
entre los trabajos. Desde la teoría sociológica se lo relaciona
con aspectos no monetarios, como la misión de servicio, o la
mejora del conocimiento.
Dada la heterogeneidad del universo de trabajadores de la salud,
hay que tener en cuenta que el fenómeno del ME puede verse
afectado por variables relacionadas con el perfil profesional,
la edad, el género, la profesión, la especialidad, el tipo de
trabajo, el perfil de las organizaciones, el lugar
geográfico-poblacional donde ejercen sus prácticas y otras
motivaciones particulares.
Diferentes estudios han abordado el tema en nuestro país con
datos variables. Un informe del Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social de 2020 señala un 30,8% de ME entre los
profesionales de la salud (más del doble de la proporción
hallada en el resto de la economía).
Un estudio realizado en 2010 en forma comparativa en diferentes
países de América Latina para la OPS halló 55% de ME en medicina
y 24% en enfermería a través de entrevistas y encuestas a los
profesionales.
Recientemente, con un equipo multiprofesional de diferentes
instituciones, publicamos un trabajo realizado durante la
pandemia con el objeto de caracterizar el multiempleo entre
profesionales médicos y de enfermería que se desempeñaron en
áreas de internación general y cuidados críticos en la Provincia
de Buenos Aires. (1)
Se trata de un estudio exploratorio, descriptivo y transversal
que se llevó a cabo mediante una encuesta anónima
autoadministrada mediante muestreo no probabilístico en cadena.
Con la salvedad de que puede no reflejar la realidad de otras
provincias y el período particular en el que se recolectaron los
datos, sus resultados pueden ser indicativos de algunas
características del fenómeno.
Se obtuvieron 2.910 respuestas de profesionales distribuyéndose
por mitades entre médicos/as y enfermeros/as. La proporción de
ME hallada en la encuesta de este estudio es de 96,3% entre los
médicos/as y 68,1% entre los enfermeros, y más frecuente en los
varones. Los enfermeros/as informaron en promedio casi dos
empleos y los médicos/as algo más de tres.
Entre los médicos multiempleados apareció una paridad entre el
empleo público y el privado, y mayor diversidad en las formas de
contratación (locación de servicios, pago por prestación, etc.).
Estas cifras son superiores a las reportadas por las
estadísticas e informes oficiales y lo que se puede obtener de
los datos de registros de empleo. Esto se debe a que cada empleo
o tarea, en la investigación, se consideró diferente si cambiaba
el ámbito de trabajo o el empleador, aunque muchos de ellos
reciban el pago en forma de honorarios facturados como
profesional independiente.
Entre las motivaciones hay un predominio contundente de aquellas
de índole económica. En particular, la necesidad de tomar más de
un empleo para obtener mayores ingresos y así asegurar la
subsistencia o mayores ingresos dirigidos a sostener consumos
para una vida digna.
Todo a partir de la precarización del empleo, el aumento del
trabajo a tiempo parcial (en particular entre los médicos) y las
bajas remuneraciones. La estabilidad y seguridad laboral fueron
identificadas como una motivación para el ME y esto explica la
preferencia de mantener trabajos en la esfera pública.
El ME no es sólo un problema en nuestro país sino en muchos
otros contextos. En países con mayores ingresos, con sistemas
sanitarios predominantemente públicos, la práctica dual se busca
limitar por temas que hacen a la eficiencia, o el comportamiento
depredador del sector público.
Un efecto para tener en cuenta es que la jornada laboral por
encima de lo recomendado, sumado a la necesidad de traslados
entre lugares de trabajo, ponen en riesgo la calidad de trabajo.
Esto debemos sumarlo a un grupo profesional feminizado con
presión por las responsabilidades familiares, que siguen
distribuidas asimétricamente en la sociedad.
Todo ello pone en riesgo la seguridad de los pacientes y la
salud de los médicos.
Dada las múltiples facetas y la multicausalidad del problema no
hay soluciones únicas, pero resulta claro que es necesario
abordarlo si se busca avanzar a sistemas más integrados, que
mejoren la accesibilidad y la calidad de atención.
REFERENCIA:
1) Chaz Sardi, M. C., Martínez, C. K., Mirofsky, M. A., López ,
F. J., Garzaniti , R., Gubilei , E. S., L’hopital , C., González
, V., Duré , M. I., & García Diéguez , M. (2023). Multiempleo en
salud en provincia de Buenos Aires: estudio transversal de
profesiones afectadas al cuidado de pacientes con COVID-19.
Revista Argentina De Salud Pública, 15. Recuperado a partir de
https://www.rasp.msal.gov.ar/index.php/rasp/article/view/802
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