Hacia
fines del año 2011 a raíz del debate
público dado en torno de la ley de
regulación de empresas de medicina
prepaga, un nutrido grupo de estas
entidades entendió que se requería
una instancia superadora y distinta
de las ya existentes que asegurase
la participación de todas, sin
importar su escala ni su origen. El
propósito era, y sigue siendo,
sumarse a la discusión para la
mejora del sistema integrado de
salud argentino.
Quedó así formalmente constituida el
14 de febrero pasado CEMPRA – Cámara
de Empresas de Medicina Privada de
la República Argentina - que nace
con marcado espíritu federal para
mostrar una realidad rica y compleja
integrada por entidades altamente
competitivas que por origen,
organización, dimensión y estructura
de costos, tienen características
muy específicas.
A ella se han adherido y siguen
sumándose entidades con o sin fines
de lucro, como sociedades
comerciales, asociaciones civiles,
mutuales y cooperativas; en todos
los casos con compromiso y objetivos
francamente comunitarios y
fuertemente arraigadas en las
provincias y regiones que las vieron
nacer y crecer donde desde hace años
atienden la salud de sus afiliados.
Decimos que no nos gusta
presentarnos por la diferencia, de
hecho algunos de nuestros asociados
integran ya otras cámaras del
sector. Pero entendimos que algunos
factores comunes nos unían a la hora
de definir diagnósticos y propuestas
con un afán constructivo. Quizás,
ellos tengan que ver con la génesis
de estas empresas o con el modelo de
crecimiento adoptado - que parte
desde el interior y eventualmente va
hacia la Capital - pero lo cierto es
que además de la expresión federal
que defendemos está la riqueza y
variedad de las realidades
representadas.
Entendemos que, precisamente, esta
variedad en la integración de sus
asociados hace de CEMPRA una voz que
sintetiza, a través de la
conciliación de posiciones e
intereses diversos, un consenso muy
representativo del sector.
Uno de los objetivos que decidimos
plantearnos como Cámara inicialmente
fue superar la coyuntura de la
discusión de los efectos de la ley y
hacer aportes de largo plazo
enfocados en la sustentabilidad de
las empresas y en la satisfacción de
sus afiliados, entendiendo que la
ecuación para ser estable en el
tiempo necesita de ambos términos.
Más de 6 millones de afiliados están
señalando que somos una realidad
necesaria, elegida voluntariamente,
que debe seguir existiendo por la
vía de la armonización de derechos y
obligaciones de ambas partes.
Ya desde el primer momento CEMPRA
fue reconocida por las autoridades
de aplicación, que la incorporaron a
sus reuniones de trabajo. Nos hemos
reunido con el Ministro de Salud de
la Nación, Juan Manzur, el
Superintendente de Servicios de
Salud, Ricardo Bellagio, el
Secretario de Comercio Interior,
Lic. Guillermo Moreno. Nuestra
aspiración es trabajar activamente
en la mejora del sistema en su
conjunto, favoreciendo una mejor
articulación del sistema público y
privado.
Creemos que uno de los atributos de
nuestra labor debe ser la
proactividad, traducida en acercar
propuestas y soluciones para una
exitosa reglamentación de la ley.
En este sentido, advertimos que se
ha legislado por el objeto de la
prestación y no teniendo en cuenta
el sujeto que provee dicha
prestación lo que plantea desafíos a
la sustentabilidad difíciles de
sortear, sobre todo para
organizaciones de menor escala.
Hemos, asimismo, detectado algunos
vacíos que es preciso llenar y
entendemos que la Argentina debe
recorrer caminos similares a los
recorridos por países de la región,
planteándose la existencia de
instrumentos que hagan viable la
atención de enfermedades de alta
complejidad y baja ocurrencia.
Como criterio general creemos que
debe avanzarse en un sistema que no
subsidie a organizaciones sino a
pacientes.
En el futuro próximo los prestadores
estarán abocados al diálogo con las
entidades representativas de los
trabajadores, con el fin de realizar
los ajustes anuales de sus salarios.
En esta etapa, hay una clara
responsabilidad de reconocer las
mejores condiciones de trabajo
posibles a los trabajadores del
sector, que velan por la salud de
los usuarios. Esto conlleva al
incremento de los costos de los
prestadores, de modo que las
negociaciones que son arduas porque
naturalmente deben defenderse los
derechos de todos los actores en
juego y, entre ellos, los derechos
de nuestros afiliados de las
Entidades de Medicina Prepaga,
porque se sabe que las mismas no
pueden absorber aumentos sin
trasladarlos a precios. Es claro
entonces que nuestro sector no es
formador de precios y que toda la
negociación debe manejarse con gran
responsabilidad y delicado
equilibrio.
En suma, de cara al futuro son
numerosos los compromisos y no
carecemos de impulso y ganas para
abordar la tarea. Entendemos que en
la construcción del mejor sistema de
salud para nuestro país debemos
participar todos, pero siempre
dentro de una lógica de trabajo
consensuada y constructiva.
|