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Nota de tapa

Luciano Di Cesare:

“La gestión hace la diferencia”

El director ejecutivo del Pami hizo un repaso por los avances y el espíritu de la gestión que lidera. En ese sentido expuso los ejes necesarios para llevar adelante acciones de innovación y desarrollo de nuevas tecnologías en salud.

Para celebrar el Bicentenario Argentino, la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Católica Argentina (UCA) realizó un evento titulado “Innovación y desarrollo de nuevas tecnologías en salud”.
El Dr. Luciano Di Cesare, Director Ejecutivo del Pami se refirió a la implicancia de estos temas en la institución que dirige. En ese sentido destacó la necesidad de que las ideas que se definen en la política tengan su correlato en la gestión práctica cotidiana. “Las políticas siempre fueron definidas y hasta aplaudidas, fueron discursivas, pero si en la política no se establece una vinculación con el financiamiento y ese financiamiento no tiene un modelo de gestión que lo haga posible, todo queda en la nada y no deja de ser nada más que discursivo. Por eso la gestión es la que hace la diferencia. El acceso a las nuevas tecnologías necesita financiamiento, necesita definición de políticas y necesita gestión”, sentenció.
El tema del financiamiento del Pami llamó especial atención en un auditorio con presencia de clínicas y sanatorios prestadores del organismo. “Si ustedes han sido efectores del Pami seguramente algunos pueden tener algo de deuda consolidada ‘por ahí’ de antes de 2002, ironizó, aunque marcó un especial cambio de rumbo en este sentido: “Para que no nos pase lo mismo, generamos el fondo de garantía”, explicó “es un fondo de resguardo que garantiza que los efectores puedan prestar servicios sin el temor de que dejemos de pagarles en algún momento. Recuerden que nosotros somos un ente Público no estatal y no tenemos un presupuesto asignado del Estado Nacional sino una presunción de ingresos” comparó, al tiempo que estimó que “nuestra presunción de ingresos para este año es algo de 13.900 millones”. En ese sentido estimó que sólo el 25% de ese ingreso presunto depende del aporte de los jubilados pero el 75% restante deviene de la actividad económica y el nivel de empleo. “Si la República tuviera problemas de empleo podríamos recurrir a nuestro fondo para garantizar y asegurar las prestaciones”, graficó.

DECIR Y HACER

Los ejes de gestión que destacó el directivo fueron la atención primaria de la salud, la tecnología al servicio de la gestión, la capacitación permanente del recurso humano y la responsabilidad social que la institución tiene para con sus beneficiarios y el resto de la comunidad.
Sobre la importancia que reviste la atención primaria de la salud, Di Cesare dijo: “Enfrentamos muchos inconvenientes en el sistema de salud en la República Argentina para asistir a la enfermedad, pero tenemos muchas oportunidades para asistir en salud”. Con este enfoque se realizaron acciones tendientes a mejorar las conductas prescriptivas en consenso con los profesionales. “Tenemos alianzas estratégicas que nos permiten a través del médico de cabecera y sus conductas prescriptivas minimizar la interacción medicamentosa, establecer las dosis máximas recomendadas y controlar el consumo de manera global, teniendo en cuenta que los pacientes “en ocasiones concurren de un médico a otro”.
Por ello resaltó la importancia del protagonismo del médico de cabecera: “En ocasiones se dice que peor que no tener médico es tener más de uno. Siempre el clínico sigue toda la atención y está al tanto con esa mirada ‘holística’. Nosotros con los sistemas intentamos verificar esa mirada del médico de cabecera, exactamente con el mismo concepto, y determinar características específicas en el país”
“Habitualmente se habla de atención primaria de la salud, pero los médicos de atención primaria han sido relegados históricamente en la República Argentina, y eran los que menos cobraban”, señaló el funcionario, que asegura que esta perspectiva está cambiando.
El nuevo enfoque orientado a la atención primaria reposa sobre las personas: “Establecemos verdaderas estrategias de promoción y prevención y estrategias no medicamentosas”, explica Di Cesare, “No todo termina en una receta, no todo termina en una prescripción y en una solicitud de examen complementario de diagnóstico. Los pacientes son individuos. En más de una ocasión lo que fomentamos son terapéuticas de movimiento, de conocimiento, de establecer que el médico y el resto de los compañeros de trabajo presten fundamentalmente su colaboración, que presten el oído y el hombro”.

Los Números del trasatlántico
520 bocas de atención
14.700 empleados
4.200.000 beneficiarios
24.349.000.000 de datos

En ese sentido, reconoció errores del pasado y su intención de no repetirlos: “la historia del Pami es compleja, en ocasiones complicada. Por eso, ha tenido distintas etapas y lo que intentamos hacer es eliminar nuestros estigmas e intentar evitar que nuestras manos sangren -recurrir a ese concepto quirúrgico, ya muy antiguo pero siempre vigente- y siempre recordar que “manos limpias y uñas cortas” hacen el bienestar de todos, no exclusivamente de los sistemas sino también de las personas”.

UN TRASATLÁNTICO EN MOVIMIENTO

El funcionario destacó el esfuerzo que implica cada toma de decisión en una institución de gran magnitud. “Tenemos que reconocer que el Pami es un gran transatlántico, le damos al timón y hasta que cambia realmente hay que reconocer que lleva tiempo: no es que todo es maravilloso ni fantástico, todo nos cuesta una barbaridad. Y como todo trasatlántico, que son enormes, cualquier viraje en el timón cuando cometemos un error, toma tiempo rectificar, y rectificar los errores del pasado nos sigue costando mucho tiempo y esfuerzo”, explicó.
La tecnología cobra vital importancia, y se coloca al servicio de la gestión para generar los datos necesarios para tomar decisiones. “Cuando los datos son fiables y corroborables se convierten indispensablemente en información. Y la información lleva a tomar decisiones: nos permite saber si vamos en el camino correcto, reconocer el error y al reconocerlo, poder virar el timón”.
La cantidad de datos que procesa Pami es de una contundente magnitud: “Tenemos una base de datos única integrada, con 24.349 millones de datos. Por eso constatamos historias prestacionales, seguimiento de los pacientes, y eso nos ha permitido tomar decisiones. Hemos logrado tener mejores protocolos para tratamientos oncológicos, mejores protocolos de seguimientos, poder revisarnos a nosotros mismos y recuestionarnos. En esto la cuestión es dejar de mirarnos el ombligo y basarnos en los datos, analizarlos y volverlos a analizar. Alcanzamos un volumen de tal naturaleza que podemos intervenir en cualquier protocolo de investigación. Es lo que hemos hecho con la Federación Mundial de Neurología sobre algo tan sencillo como el tratamiento de los trastornos cognitivos: cuál es la conducta prescriptiva y con qué resultado. Y nos hemos sorprendido en poder reivindicar que muchas de las prescripciones apuntaban a la nada, y tenían ese mismo resultado: la nada”.

Perfil
El Doctor Luciano Alfredo Di Cesare, es médico graduado en la Universidad Nacional de Cuyo. Es también Magister en Gerencia y Administración de Sistemas y Servicios de Salud de la Universidad René Favaloro, Magister en Salud Pública de la Universidad de El Salvador, y Magister en Administración de Negocios de la Universidad Nacional del Centro, Dirección y Gestión en los servicios de Seguridad Social. Ha realizado el Doctorado en Medicina de la Universidad de Buenos Aires y actualmente es director de la Maestría en Gestión y Desarrollo de la Seguridad Social que dicta esa Universidad.

Resulta notorio conocer el alto grado de utilización del servicio que registra Pami. De sus 4.200.000 afiliados, 3.464.000 registran utilización del servicio. Según Di Cesare, esto es posible “porque sus efectores transmitieron la información”. A su vez gran parte de esta utilización corresponde a prestaciones sociales: “prestaciones que no implican interacción de un médico sino que el verdadero concepto de la salud pública no solamente pasa porque el médico hace medicina. El médico hace medicina con su presencia, pero toda la comunidad y todo el accionar de la sociedad tiene que estar ahí para darle sustento. Recuerden que el agua potable, el salario digno, la condición de trabajo y el respeto y los derechos de ciudadanía son factores que hacen a un concepto integral de la salud”.

RESPONSABILIDAD SOCIAL

El enfoque orientado a la atención primaria y a las personas genera beneficios que trascienden al marco del Pami y sus beneficiarios. “Nuestro modelo no es ni socio sanitario, ni socio asistencial, nuestro modelo es socio comunitario” explica. “Tenemos gran participación en las comunidades, grandes alianzas con los municipios y las provincias y con todo aquel que trabaja en la comunidad y en las organizaciones, principalmente en los centros de jubilados”.
También se refirió a los talleres de integración de la tecnología para los adultos mayores. “Hay más de 280.000 beneficiarios que concurren a muchos de nuestros talleres, como los de informática, y es muy lindo ver cómo se redescubren las familias cuando por ejemplo, empiezan a chatear el abuelo con el nieto”, cuenta Di Cesare.
Esta relación con la comunidad se retroalimenta e implica un esfuerzo conjunto. “Cuando digo que es un gran esfuerzo de todos, digo que también es un esfuerzo de la comunidad, porque uno comienza a dar respuestas; y la comunidad y la sociedad empiezan a reclamar. Eso es muy bueno, pero en más de una ocasión mientras mejoramos el servicio mayores deficiencias tenemos”, reconoció, al tiempo que destacó que “estamos dispuestos a dar más y mejor”.
La responsabilidad social del Pami también se traduce en otras cuestiones concretas, tales como “el Programa de Desarrollo de Prestadores o de efectores, que fundamentalmente son públicos”. En este marco, el Pami brinda préstamos o directamente financia proyectos de desarrollo o reformulación, tales como el del Hospital de Abra Pampa en Jujuy, el ADOS de Tucumán, el del Hospital de Clínicas de Córdoba y también a través de este Programa la capacitación de los médicos de cabecera.
“¿Por qué hacemos todo esto?” se preguntó Di Cesare ante el auditorio, “Porque contamos con una responsabilidad institucional con los activos también. Nadie se salva solo”, sentenció.
Un aspecto poco difundido de la relación del Pami y la comunidad es la prestación que el organismo brinda a los veteranos de guerra de Malvinas, con todo lo que ello implica, en el plano social y prestacional. “La población de los veteranos de Malvinas ya llega a los 50 años. Fueron los que estuvieron en el teatro de operaciones y tienen a cargo mujeres en edad fértil y niños. Para ellos contamos con un programa adaptado a esta población específica, un programa especial para la asistencia de veteranos”.

SEGUIMIENTO DE PACIENTES CRONICOS

Di Cesare también se refirió a la metodología de trabajo que el Pami lleva adelante con sus pacientes crónicos. “En este programa no sólo establecemos quiénes son hipertensos”- ejemplificó- “sino qué exámenes complementarios reciben, si la medicación la reciben en tiempo y forma y si se realizan los exámenes de seguimiento de la patología”. En este sentido, también resulta fundamental la relación entre el Pami y su plantel profesional: “Los médicos de cabecera reciben llamados de atención para decirles: su paciente tiene esta interacción medicamentosa o no hemos registrado el último fondo de ojos para su seguimiento”, ilustró.

Medicamentos con mayor cobertura

Hacia fines de marzo un importante anuncio de Luciano Di Cesare recorrió los medios masivos de comunicación: los medicamentos de uso más habitual entre los mayores pasan a tener un descuento del 80% en todas las farmacias habilitadas por el Instituto.
El aumento en la cobertura contempla aquellos medicamentos de uso frecuente en patologías cardiovasculares, elevado colesterol, hipotiroidismo, gotas oftálmicas y una serie de antibióticos de amplio espectro y elevado costo.
Es importante destacar que el Pami define a esta iniciativa como “un derecho adquirido”, con la implicancia que esto conlleva. “Nuestra convicción es seguir trabajando cada día para aumentar estos derechos que impactan directamente en la satisfacción y calidad de vida de todos los afiliados”, dijo Di Cesare al presentarlo, luego de reunirse con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de Salud, Juan Manzur, en Casa de Gobierno.

La decisión de construir esta estrategia de seguimiento a través de los médicos de cabecera surge frente a la situación que encontró Di Cesare al inicio de su gestión. “Teníamos un subdiagnóstico muy manifiesto, incluso registrado por regiones”. Había regiones en las que directamente no se registraban hipertensos o diabéticos. “Era un poco extraño que siendo mayores de 65 años no existieran”. En realidad, “lo que sí existía y todavía nos queda mucho por seguir, eran pacientes que no estaban bajo tratamiento”. En ese sentido destacó “todo lo que implica tener a un paciente hipertenso o diabético que diagnosticamos cuando ya tiene una complicación”, en lugar de hacerlo “cuando tenemos oportunidad de tratarlo y curarlo”, ante los primeros síntomas de la enfermedad.

UN CAMBIO INTEGRAL

Para Luciano Di Cesare, lo que experimenta el Pami en los últimos años no es un cambio de imagen, sino el correlato de un cambio de política de gestión. “Pami ahora representa nuestra visión que es Por una Argentina con Mayores Integrados. La integración es la que realmente hace la diferencia”.

Más Pami en la Provincia de Buenos Aires

El Gobernador bonaerense Daniel Scioli, el Director Ejecutivo del Pami y el Ministro de Salud provincial, Alejandro Colia, firmaron un Acta de acuerdo para ampliar la cobertura de salud para jubilados y pensionados en toda la provincia de Buenos Aires.
Puntualmente, la firma de este convenio implica una mayor cobertura integral para los afiliados de Pami en los hospitales públicos bonaerenses, la ampliación del número de cápitas de los hospitales que integran la Red Hospitalaria provincial y el aumento en los niveles de complejidad de los citados hospitales como efectores de la obra social de jubilados y pensionados.
Por otra parte el Pami, inauguró 2 nuevas sedes en La Plata. Según el Subdirector Ejecutivo del Instituto, Mariano Cardelli, esta nueva agencia “mejorará la accesibilidad de unos 10 mil afiliados a su obra social en la zona más populosa de la periferia sur de La Plata”.


“Intentamos dejar de ser una institución boba”, graficó Di Cesare, “mantenernos en movimiento es lo importante”.

 

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